Nace libre, autónoma e independiente, por el impulso creador y el mismo espíritu de su fundador y promotor el Instituto Otavaleño de Antropología;
es una institución de educación superior, con vocación humanística, rigurosa y crítica, que atenderá con severidad su función docente, investigativa y de vinculación con la sociedad;
profundizará en la búsqueda racional del saber y la verdad garantizando el ambiente de libertad indispensable para ello;
dará especial atención a la deontología para que sea un instrumento válido en la formación y el mejoramiento integral del ser humano, en una acción que supere la formación meramente profesional;
garantizará a los miembros de la comunidad universitaria la libertad académica indispensable para que, de manera rigurosa y científica, se conozca y debata sobre las corrientes del pensamiento universal;
crecerá y se realizará fortaleciendo una comunidad renovada que conozca, respete y valore la pluriculturalidad y la interculturalidad;
promoverá la creación, fortalecimiento y renovación de la cultura; y,
perseverará en la construcción de una democracia basada en la igualdad de derechos y oportunidades, la unidad en la diversidad y una auténtica y profunda justicia social.
